ÁCIDO ISOCIANÚRICO EN PISCINAS, REALMENTE UN PROBLEMA

El ácido Isocianúrico es un aditivo químico que se incorpora para estabilizar el cloro en el agua.

Cada vez que ponemos pastillas de cloro, añadimos y añadimos una y otra vez ácido isocianúrico al agua, subiendo su concentración, hasta que llega un momento que llega al límite de concentración para garantizar la salud de las personas y el correcto funcionamiento de la piscina; pero ¿cómo detectarlo? En primer lugar, si no conocemos cuál es el nivel de ácido isocianúrico podemos adquirir un test de análisis de agua específico como puede ser Aquachek, capaz de medir este ácido, así como otros valores importantes como son el cloro y cloro libre, bromo, pH, la dureza y alcalinidad total.

Para  reducir el ácido isocianúrico, recomendamos bajar el residual del agua de la piscina, hay que drenar y diluir parcialmente la piscina con agua dulce, no sirve la evaporación. No dude en consultar a un profesional de piscinas si desea drenar más de 1/3 del agua, porque existen riesgos con la presión hidrostática y otras preocupaciones. También existen algunos filtros especializados para drenar el ácido isocianúrico del agua, como la ósmosis inversa, es mucho más costosa, pero puede ser la mejor opción, sobre todo si tenemos en cuenta el problema de sequía que estamos padeciendo. Sinceramente se reducen costos y riesgos. El drenaje tiene riesgos y sólo debe hacerlo un profesional de piscinas, por lo que la dilución con el tiempo suele ser la mejor opción.

Las alternativas para drenar el agua son:

1) Asumir altos costes por la filtración especializada con osmosis, u otras membranas similares.

2) Tratar de administrar la piscina con altos niveles de ácido isocianúrico.

Ninguna de esas dos opciones es tan fácil o asequible cómo reemplazar el agua con agua dulce.

A pesar de todo debemos remediar el problema, ya que el exceso de ácido isocianúrico bloquea la capacidad de desinfección del cloro y nuestra piscina no estará desinfectada, aunque sigamos tratándola como siempre ya que los niveles altos de ácido isocianúrico conducen a un crecimiento de algas en el agua de la piscina. Así que cuando queremos desinfectar el agua de la piscina mediante cloro ya sea en formato pastillas, líquido, cloración salina…, lo que realmente buscamos es obtener ácido hipocloroso, el verdadero desinfectante del agua, además de actuar como oxidante.

Es en esta ocasión en que los rayos UV del sol lo descomponen, y de forma muy rápida. Y ya estamos perdiendo capacidad desinfectante en el agua. Es decir, que el agua se pone “mala”. Es en este momento en el que se recomienda el uso algún estabilizador de cloro (para usar un nombre menos problemático) o pastillas de cloro, en las que habitualmente el ácido isocianúrico ya está presente como componente, surge aquí una complicación, ya que hay que llevar un control exhaustivo de la concentración de ácido isocianúrico que estamos añadiendo a la piscina, perjudicial para la salud de las personas y el equilibrio de la piscina, para ello existen kits de análisis que nos ayudan a verificar.

En realidad resulta imposible mantener el agua de la piscina en perfectas condiciones sin el uso de algún de producto químico. Básicamente porque hay que desinfectar. Otra historia es el de las cantidades correctas a utilizar, es decir la dosificación necesaria en cada caso, siempre contando con asesoramiento profesional, tratar el agua, es una tarea que resulta complicada, por lo que recomiendo asesoramiento mano de obra estrictamente profesional, en Haupold Productos Químicos pueden contar con este u otro tipo de asesoramiento y/o análisis del agua de su piscina, ya que en la mayoría de las ocasiones, los problemas que surgen en el agua de la piscina son debidos a una mala dosificación de los productos químicos que utilizamos para su mantenimiento, ya sea por exceso o por defecto. Es una tarea como digo, además de complicada, peligrosa sobretodo por los productos que hay que utilizar y sus reacciones.